Abrí los ojos y parpadee varias veces, la luz me lastimo los ojos, me despoje con rapidez de la montaña de cobijas que me envolvían, me dirigí al calendario que había junto a mi tocador, el día había llegado, Jueves 17 de Junio, el día más esperado en toda mi vida, era mi cumpleaños número dieciocho, el más feliz de todos.
Mis papas me habían prometido una sorpresa para hoy, me metí a duchar mientras cantaba mi canción favorita, disfrute el agua tibia cayendo y agradecí que lograra abrir mis ojos un poco más, cuando termine, rebusque en mi armario a ver que tenia de nuevo para estrena este día, me puse un short color beige y una blusa con lunares color chocolate y unos zapatos de pulsera que me compre el viernes pasado sin decirle a nadie, eran de gamuza color café, me gustaban mucho aunque sabía que mamá los odiaría en cuanto los viera, me maquille discretamente y baje corriendo las escaleras, en cuanto puse un pie en la cocina, un olor a hot-cakes me envolvió por completo, mama me miro y se abalanzo hacia mí para darme un abrazo
-Te quiero, ya eres toda una mujer- dijo en tono dulce mientras hundía sus manos en mi cabello, alcancé a escuchar que comenzaba a sollozar, me separe de ella y vi como las lagrimas caían sin control por sus mejillas
-No llores, este día debe ser feliz ¿si?
-No puedo evitarlo- dijo- siento que cada vez estas mas lejos de mi- dijo y se tapó la cara con las manos, yo las quite con dulzura y ella las dejo caer- pero está bien me tranquilizaré- dijo y exhalo profundo por la nariz, es eso entro mi padre, en cuanto me vio me abrazo, por un momento me deleite con el olor de su loción, cuando terminó de abrazarme miro a mama y apretó los labios, tal vez para evitar reír
-No, como lo suponía, ya se pusieron sentimentales
-Eso no es cierto- me queje
-Si, si lo es pero no importa, es normal, bueno, desayunamos o que
-Si, ya llevo el desayuno- a pesar de tener el dinero sobrante para pagar más sirvientas a mama le gustaba hacer el quehacer por eso tal vez yo no era tan engreída como las niñas ricas como yo.
Nos dirigimos a la cocina y papa tomo un sobre que me ofreció con una sonrisa abierta
-Que es esto- pregunte y fruncí el ceño
-Ábrelo- me dijeron los dos a coro y papa abrazo a mama, no me contuve y rompí el sobre con ansiedad esperando encontrar dentro lo que más deseaba, en ese momento vinieron a mi memoria los recuerdos de mi cumpleaños pasado, ese día les dije que lo que más deseaba era un viaje a Miami, en cuanto lo abrí varios folletitos con fotos e información, miles de paquetes de viaje y pasajes turísticos
-No, como lo supieron, es lo que más quería- les dije mientras agitaba mis manos por la emoción- son los mejores
-Solo tienes que elegir a donde quieres ir
-Muchísimas gracias- les dije y los abrasé fuertemente
-Eso te mereces y mucho más- me dijeron y papá me dio un beso en la cabeza, ya tenía en que pensar el resto del día...
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