Nos sentamos en la mesa y mama me puso enfrente una pila de hot-cakes enfrente con una velita color rosa, se alcanzaba a divisar una gotita de cera rodando por toda la vela, mama llamo a todos los sirvientes y me cantaron las mañanitas a coro, yo no hacía más que sonreír, todos me miraban llenos de alegría, sobre todo Martha, ella estaba trabajando con nosotros desde que yo era pequeña, la quería como a una abuela, siempre era muy dulce y tierna conmigo, después de cantarme todos se acercaron a ofrecerme un cálido abrazo...
Cuando todas las demostraciones de afecto se terminaron me senté, mama quito con delicadeza la velita y el hot-cake superior ya que estaba lleno de pequeñas gotitas de cera ya endurecida.
Tome la botella de miel y con un ágil ademan dibujé una carita sonriente, papá rio al ver como movía mi cabeza para mirar la carita desde diferentes ángulos
-¿Qué?- le pregunte y fruncí el ceño
-Aun actúas como hace diez años- dujo y apretó los labios
-Entendí mal o me estas llamando inmadura- le pregunte y alce una ceja
-No, yo no dije eso- dijo y miró su taza de café
-Lo ignore y desayune con rapidez, ya quería llegar a la escuela para decirle a Eli y a Mel lo del viaje, cuando termine subí por mi mochila
-Ya me voy- le dije a mamá en cuanto llegue a la sala, en eso salió papá de quien sabe dónde, no lo vi cuando baje
- Ya me voy papá- le dije y me besó en la frente
-Está bien, conduce con cuidado y felicidades otra vez
-Sí y de nuevo gracias, son los mejores padres que alguien pudiera tener, los amo- les dije con dulzura y salí disparada rumbo a la escuela.
Cuando llegue me topé con varios carteles dirigidos a mí, todos ellos muy coloridos con frases de felicitación calurosas, al entrar a la cafetería todo fue aun más extraño, todos me abrazaron y felicitaron incluso desconocí algunos rostros, me dirigí a la mesa de costumbre ahí estaban mis amigas, me miraron por dos segundos y luego me abrazaron con impaciencia
-Muchas felicidades amiga- me dijo Mel tan sonriente como siempre y me entrego una bolsa plateada con un moño negro enorme que resaltaba
-Este es de nuestra parte- me dijeron las dos a coro
-No debieron molestarse- le dije mientras intentaba ver atreves de los espacios entre grapas
-Ábrelo ya- me dieron impacientes, en cuanto lo abrí, me impresione al ver lo que era, era una cartera de Chanel de color azul cielo tipo piel de cocodrilo con un broche y una cadenita en la parte superior de la cual colgaban varios dijes de letras en diferentes estilos que al leerlos decían ¨Camila¨
-Muchísimas gracias- les dije y las abrasé fuertemente- de donde la sacaron- le pregunte eufórica
-Bueno la bolsa la compramos por internet y la cadenita se la agregamos nosotras mismas, la mandamos a hacer en una de las joyerías más prestigiosas del país ehhh
-De nuevo gracias pero no debieron- en el fondo no me gustaba tanta atención
-Bueno ya, basta, vallamos a clases- dijo Miranda y nos jalo del brazo a mí y a Mel, mientras caminábamos por el pasillo nos topamos con Bruno, mi novio
-Les molesta si me la robo unos minutos
-Ya que- dijo Mel con sarcasmo
-Ok, vamos dijo y me dirigió al patio principal una vez situados frente a la fuente me dio un beso, cálido y tierno, lo mire a los ojos y me perdí en la profundidad de estos, eran tan lindos...
-Muchas felicidades- me dijo y busco algo en sus bolsillos, sacó una pequeña cajita forrada de terciopelo, mi corazón comenzó a latir desenfrenadamente al imaginar lo que se encontraba dentro, la abrió y me la ofreció, era un anillo con un topacio azul en el centro y a los lados diamantes incrustados, en eso note que estaba a punto de preguntarme algo y no supe que decir, simplemente me quede en shock, todos mis nervios se congelaron y...
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